25 diciembre 2010

Dedicado a alguien que nunca lo leerá

Hace un mes no la conocía. Pero hasta hace pocos días su mundo giraba alrededor de ella.

Hacía sólo un mes que acababa de llegar al nuevo instituto, el tercero en menos de dos años, cosas del trabajo de papá. Ya estaba cansado de tratar de hacerse un sitio entre los populares, así que asumió el rol que, por leyes no escritas, se le había asignado: el chico rarito que no hablaba con nadie.

No era guapo, su sonrisa no era bonita y, desde luego, no tenía cuerpo para ir con los deportistas, así que se limitó a intentar pasar desapercibido y ser amable con las personas con las que se cruzaba. Tenía suerte, al menos esta vez nadie se metía con él.

La vida te pone en tu sitio, y te da armas para avanzar y hacerte un sitio, o al menos para que los acontecimientos se desarrollen a tu alrededor molestando lo menos posible. Su herramienta era la simpatía, una forma de ser casi magnética, que tampoco se molestaba en dar a conocer, básicamente porque no contaba con ella. Era algo que le salía porque sí, no lo valoraba.

21 junio 2010

Desde el alambre


Empiezo a pensar que soy adicto a las situaciones de incertidumbre, tomo una decisión pero al poco tiempo me fabrico otras tres dudas...serán las pocas ganas de definir un camino, no lo sé.

Me estoy convirtiendo en un maestro del funambulismo, de vivir, comer, trabajar, amar y...caer desde el alambre. No se está tan mal aquí arriba.

El problema viene cuando, como siempre pasa con las mejores de las peores opciones (expresión acuñada este fin de semana y que cada vez me describe mejor),caes desde ahí arriba. Y jugabas sin red. Como casi siempre.

06 mayo 2010

A tu edad yo ya tenía dos hijos

No soy persona que guste de hacer balance en momentos que llamen a ello (tampoco en los que no llaman), y, a pesar de lo que me han dicho algunos, no voy a hacerlo después de cumplir 30 años.

En fin, no voy a hacer balance porque no me gusta mirar hacia atrás, prefiero ver dónde estoy y, si acaso, pensar en el futuro. Además, quienes me conocen saben que, en cuanto al futuro, soy de naturaleza optimista, así que mis reflexiones sobre lo que podría ser o lo que me gustaría que fuera...siempre suelen ser positivas. Será para compensar mi poca fe en el género humano.

24 abril 2010

Ficcionando

Matías era un tío muy raro, posíblemente el más raro que haya conocido nunca. Desde que le vi por primera vez, cuando los dos tendríamos unos ocho años, sentado en un rincón del recreo, sin hablar con nadie, casi invisible...supe que me iba a caer bien.

Éramos totalmente diferentes, yo un niño bien educado, a cuya madre felicitaban todos los vecinos porque siempre les abría la puerta o les llevaba las bolsas de la compra. Matías no hacía eso, no fueron pocas las veces que se ganó alguna bronca por escupir dentro de los buzones, robar en las tiendas del barrio o meterse en alguna pelea, de las que lo que más herido volvía era su orgullo.

21 abril 2010

Triángulo amoroso en un vagón de metro

Me sorprende a mí mismo esta capacidad de dar salida vía teclado a toda mi verborrea cerebral. Aprovechemos los momentos, antes de que las vacas flacas inunden nuestros sueños. En todos los sentidos y en alguno más.

11 de junio de 2008, metro de Madrid, más de mil cámaras de vigilancia velan por su seguridad (y en muchas ocasiones atentan contra su intimidad...ojos curiosos en manos calientes). Desde luego, el escenario menos adecuado para un triángulo amoroso.

Como siempre, refugiado en dos botones en los que pone Sennheiser que me conectan a más de dos mil trocitos de ilusión, motivación, refugio interior y demás. Me apoyo en una esquina y dejo que el traqueteo me lleve hacia el aeropuerto, destino: Almería y dos exámenes. He aprovechado el viaje en AVE para repasar lo inrrepasable, y aún no soy consciente de que durante ese viaje voy a descubrir la mejor cama del mundo.

20 abril 2010

Los pelos de punta

A todos nos ha pasado...escuchamos una canción (yo no las oigo, o al menos no las que merecen la pena...algunas intento hasta ingorarlas, pero se empeñan en taladrarme la cabeza) y se nos ponen los pelos de punta...como un susurro en la nuca inesperado (o esperado durante demasiado tiempo). Llevo varios días con una de esas canciones en mi cabeza. La descubrí hace ya bastantes años, casi por casualidad, y desde entonces se convirtió en una de mis favoritas y vuelve a mí de vez en cuando, posíblemente cuando más la necesito.

Todos tenemos canciones de cabecera, ahora mismo me viene a la cabeza "Dream On", de Aerosmith...quemada hasta la saciedad por una espectacular profesional en el coche de Calavera. Canciones que nos ponen las pilas o que nos ayudan a pararnos a pensar...o incluso a revolcarnos en nuestra propia mierda. Las escuchamos en un momento clave o por casualidad, como es mi caso, y desde entonces se nos clavan bien dentro.

19 abril 2010

De principios y continuaciones

En su día empecé a escribir un libro...al final sólo fueron un par de hojas de Word, o poco más, pero un principio es un principio. Fue cosa de la post-adolescencia, supongo, pero la idea era buena, o al menos eso creo...o al menos eso me dijeron aquellos que conocieron el bosquejo que tenía en la cabeza y las pocas líneas que ya había escrito. Quizá algún día me anime a continuar, o quizá no. La cosa es que muchas veces he tenido la necesidad de escribir, pero sobre todo ha tenido que ver con la música. Muchas veces quiero expresar lo que soy y, sobre todo, cómo estoy, pero no lo hago hasta que llega un momento concreto en el que escucho una canción, o una frase en concreto.

Empecé este blog con ganas, lo continué sin muchas...y dejé de escribir obligado por mis propias circunstancias.