28 marzo 2013

Sonrisas de mierda

El Periodismo se va a la mierda, y ellos sonríen.

Sonríen a pesar de saberse instrumentalizados, de ser conscientes de que los utilizan para atontar, adiestrar, despistar, adoctrinar…

Sonríen cuando ven las audiencias, el anti coeficiente intelectual que da de comer a una pandilla de hienas.

Son felices porque se la trae muy al pairo, porque ya nadie se escandaliza.


29 diciembre 2012

La máquina del tiempo


Corría el año 1995, o quizá era 1996. Ya sabéis, cuando no había calles sin tiendas, los bares no se habían convertido en restaurantes chinos y los restaurantes chinos todavía no eran woks.

Yo caminaba junto a mi madre emocionado porque iba a conocer la redacción de uno de los periódicos más importantes de Aragón. El lugar donde había soñado trabajar desde que tenía dos años. Cuando llegamos, mi madre me presentó a un amigo, por aquel entonces encargado de la sección de local. Tras oír mi nombre, aquel periodista me miró fijamente y sólo hizo una pregunta: “¿Así que tú eres el que se quiere dedicar a esta mierda de profesión?”.

Le contesté orgulloso que sí, y achaqué su pregunta a un mal día en la redacción, un artículo recortado o la falta de café. No le di más importancia.


23 abril 2011

04 - GREAT ESCAPE

Era la quinta calada y todavía no había decidido qué poner. Con la cerveza en la mano paseó lentamente por su colección de discos. Era su único tesoro, prácticamente lo único que había podido arrastrar en la mudanza.

The Kooks, Radiohead, Blur, Oasis… había intentado mil veces ordenarlos alfabéticamente, pero a los tres días, Bunbury era vecino de The Killers y Los Piratas se arrimaban todo lo que podían a Iván Ferreiro.

13 abril 2011

Caramelos amargos

¿La recuerdas? Era una sensación horrible. Te daban un caramelo que te encantaba, y tú te lo llevabas a la boca enseguida, deseando saborearlo. Pero, cuando casi no habías podido percibir el dulzor, la pequeña golosina se deslizaba por tu garganta y no podías disfrutarla. Tú te echabas a llorar, pero no quedaban más. El caramelo había desaparecido demasiado rápido. Te morías de la rabia.

05 abril 2011

Telemierda

Lo voy a decir ya: Estoy hasta los cojones de la mierda de programas del corazón. De verdad. No puedo más. Hasta ahora me he limitado a ignorarlos, pero he reventado. Sin motivo alguno, no ha pasado nada fuera de lo normal, pero cuando llueve mierda siempre acaba molestando el olor, aunque no te haya caído a ti.

Y lo más jodido es que ni siquiera los veo. No, ni “haciendo zapping cinco segundos” ni hostias...realmente no sé ni los que se están emitiendo ahora. No sé los nombres de todos los que se gritan como si fuera un gallinero (cuando veía “Sé lo que hicisteis” conocía a alguno, pero ya no) Pero sé que existen...y me exaspera. Y lo que es peor, creo que los que los siguen, aunque sólo sean cinco minutos, son gilipollas. Y si tú, que estás leyendo esto ahora, ves alguno de esos programa, eres gilipollas. Así de claro.

29 marzo 2011

Pit stop

Estas noches son como una parada en boxes, pero de los equipos buenos, los que sólo tardan segundos en cambiarte los neumáticos. Y casi mejor, porque si estuviera demasiado tiempo dando vueltas a las cosas...

En fin, que no puedo dormir y miro hacia atrás, hacia adelante...y sigo desorientado. Además leo las últimas entradas del blog y la cosa tampoco parece haber avanzado mucho. Y lo peor es que, dadas las circunstancias, no sé si eso es bueno o malo.

12 marzo 2011

Un cuento con alas...

- ¿Por qué no vuelves a saltar? A lo mejor ahora lo consigues

Las risitas ahogadas ya ni siquiera le molestaban, había aprendido a pasar de ellas. Con un par de empujones a las ruedas, llevó la silla hasta la rampa de entrada de la oficina.

Era el primer día que volvía a trabajar después de lo que pasó. Le había costado, pero su vida había vuelto a una relativa normalidad. Sólo le quedaba una semana en la silla de ruedas, y le habían prometido que casi no sufriría secuelas

- "Sólo quedarán algunas cicatrices internas, nada importante. Dentro de lo que cabe has tenido suerte"

Esa última frase le había dolido más que la pierna.

25 diciembre 2010

Dedicado a alguien que nunca lo leerá

Hace un mes no la conocía. Pero hasta hace pocos días su mundo giraba alrededor de ella.

Hacía sólo un mes que acababa de llegar al nuevo instituto, el tercero en menos de dos años, cosas del trabajo de papá. Ya estaba cansado de tratar de hacerse un sitio entre los populares, así que asumió el rol que, por leyes no escritas, se le había asignado: el chico rarito que no hablaba con nadie.

No era guapo, su sonrisa no era bonita y, desde luego, no tenía cuerpo para ir con los deportistas, así que se limitó a intentar pasar desapercibido y ser amable con las personas con las que se cruzaba. Tenía suerte, al menos esta vez nadie se metía con él.

La vida te pone en tu sitio, y te da armas para avanzar y hacerte un sitio, o al menos para que los acontecimientos se desarrollen a tu alrededor molestando lo menos posible. Su herramienta era la simpatía, una forma de ser casi magnética, que tampoco se molestaba en dar a conocer, básicamente porque no contaba con ella. Era algo que le salía porque sí, no lo valoraba.

21 junio 2010

Desde el alambre


Empiezo a pensar que soy adicto a las situaciones de incertidumbre, tomo una decisión pero al poco tiempo me fabrico otras tres dudas...serán las pocas ganas de definir un camino, no lo sé.

Me estoy convirtiendo en un maestro del funambulismo, de vivir, comer, trabajar, amar y...caer desde el alambre. No se está tan mal aquí arriba.

El problema viene cuando, como siempre pasa con las mejores de las peores opciones (expresión acuñada este fin de semana y que cada vez me describe mejor),caes desde ahí arriba. Y jugabas sin red. Como casi siempre.

06 mayo 2010

A tu edad yo ya tenía dos hijos

No soy persona que guste de hacer balance en momentos que llamen a ello (tampoco en los que no llaman), y, a pesar de lo que me han dicho algunos, no voy a hacerlo después de cumplir 30 años.

En fin, no voy a hacer balance porque no me gusta mirar hacia atrás, prefiero ver dónde estoy y, si acaso, pensar en el futuro. Además, quienes me conocen saben que, en cuanto al futuro, soy de naturaleza optimista, así que mis reflexiones sobre lo que podría ser o lo que me gustaría que fuera...siempre suelen ser positivas. Será para compensar mi poca fe en el género humano.