24 abril 2010

Ficcionando

Matías era un tío muy raro, posíblemente el más raro que haya conocido nunca. Desde que le vi por primera vez, cuando los dos tendríamos unos ocho años, sentado en un rincón del recreo, sin hablar con nadie, casi invisible...supe que me iba a caer bien.

Éramos totalmente diferentes, yo un niño bien educado, a cuya madre felicitaban todos los vecinos porque siempre les abría la puerta o les llevaba las bolsas de la compra. Matías no hacía eso, no fueron pocas las veces que se ganó alguna bronca por escupir dentro de los buzones, robar en las tiendas del barrio o meterse en alguna pelea, de las que lo que más herido volvía era su orgullo.

21 abril 2010

Triángulo amoroso en un vagón de metro

Me sorprende a mí mismo esta capacidad de dar salida vía teclado a toda mi verborrea cerebral. Aprovechemos los momentos, antes de que las vacas flacas inunden nuestros sueños. En todos los sentidos y en alguno más.

11 de junio de 2008, metro de Madrid, más de mil cámaras de vigilancia velan por su seguridad (y en muchas ocasiones atentan contra su intimidad...ojos curiosos en manos calientes). Desde luego, el escenario menos adecuado para un triángulo amoroso.

Como siempre, refugiado en dos botones en los que pone Sennheiser que me conectan a más de dos mil trocitos de ilusión, motivación, refugio interior y demás. Me apoyo en una esquina y dejo que el traqueteo me lleve hacia el aeropuerto, destino: Almería y dos exámenes. He aprovechado el viaje en AVE para repasar lo inrrepasable, y aún no soy consciente de que durante ese viaje voy a descubrir la mejor cama del mundo.

20 abril 2010

Los pelos de punta

A todos nos ha pasado...escuchamos una canción (yo no las oigo, o al menos no las que merecen la pena...algunas intento hasta ingorarlas, pero se empeñan en taladrarme la cabeza) y se nos ponen los pelos de punta...como un susurro en la nuca inesperado (o esperado durante demasiado tiempo). Llevo varios días con una de esas canciones en mi cabeza. La descubrí hace ya bastantes años, casi por casualidad, y desde entonces se convirtió en una de mis favoritas y vuelve a mí de vez en cuando, posíblemente cuando más la necesito.

Todos tenemos canciones de cabecera, ahora mismo me viene a la cabeza "Dream On", de Aerosmith...quemada hasta la saciedad por una espectacular profesional en el coche de Calavera. Canciones que nos ponen las pilas o que nos ayudan a pararnos a pensar...o incluso a revolcarnos en nuestra propia mierda. Las escuchamos en un momento clave o por casualidad, como es mi caso, y desde entonces se nos clavan bien dentro.

19 abril 2010

De principios y continuaciones

En su día empecé a escribir un libro...al final sólo fueron un par de hojas de Word, o poco más, pero un principio es un principio. Fue cosa de la post-adolescencia, supongo, pero la idea era buena, o al menos eso creo...o al menos eso me dijeron aquellos que conocieron el bosquejo que tenía en la cabeza y las pocas líneas que ya había escrito. Quizá algún día me anime a continuar, o quizá no. La cosa es que muchas veces he tenido la necesidad de escribir, pero sobre todo ha tenido que ver con la música. Muchas veces quiero expresar lo que soy y, sobre todo, cómo estoy, pero no lo hago hasta que llega un momento concreto en el que escucho una canción, o una frase en concreto.

Empecé este blog con ganas, lo continué sin muchas...y dejé de escribir obligado por mis propias circunstancias.