Y aquí seguimos...

¡Joder!...no he escrito desde septiembre...espectacular

Sabía que era vago, pero no pierdo la capacidad de asombrarme a mí mismo...lamento no haber escrito más a menudo, pero lo he pensado muchas veces (averigüe cuál de las dos afirmaciones anteriores es más falsa).

Pero bueno, a ver si puedo hacer un breve resumen de los últimos meses: sigo entrenando sin parar (¡novedad! ¡novedad!) con la consiguiente imposibilidad de poder llevar una vida social relativamente normal, pues los fines de semana los tengo a rebosar. A cambio recibo espectaculares madrugones, comodísimos viajes en autobús hasta Teruel y algún mal rollo de vez en cuando...la agradecida vida del entrenador amateur.


Terminé segundo de periodismo (de vacaciones de verano desde el 2 de febrero...y además con esto del calentamiento global no hace mucho frío, así que lo disfruto más...¡tres hurras por el efecto invernadero!) y estoy cogiendo fuerzas para empezar tercero, donde ya sí tendré todas las asignaturas (ardo en deseos, ya os imaginaréis).

Por otro lado, he entrado en el mundo laboral con un trabajo medio normal (me avergüenza decir lo de normal, porque una de mis especialidades siempre han sido los trabajos basura: McDonald's, venta de camisetas y programas de ballet, camarero...). Sí, soy periodista, y de una rama apasionante (creo que después del periodismo de guerra es la más emocionante, o al menos esa es la moto que me han vendido): el periodismo financiero (¡tiembla premio Pulitzer!). En efecto, tengo la suerte de trabajar sumergido en el mundo de las hipotecas, créditos, TAEs, IVAs, PIAS y demás siglas cuyo significado desconozco...disfruto de ellas tres horas diarias escribiendo para un periódico de una asociación de consumidores (entiendo que no me pidáis algún artículo para hojearlo...no os disculpéis)...
Como ya saben los que me conocen y me leen (¡hola mamá!), si hay algo que me agobia es el trabajo de oficina...pues toma oficina todas las mañanas...viva y bravo.

Poco más, la verdad...o puede que no, pero para cuatro que me leen (mamá, no te saludo porque fijo que ni has llegado hasta aquí) tampoco me voy a volver loco escribiendo.

¡Ah bueno!...se me olvidaba...el pasado viernes tuve mi paso de ecuador (venga, os dejo unos segundos para hacer las bromas: "26 años y paso de ecuador, ja-ja, eres viejo y universitario") y recordé por qué no me gustan esas cosas: cientos de personas dándose de hostias alrededor de una barra para que un camarero te ponga alcohol de garrafón (por cierto, aprovecho para desmitificar la "genialidad" de pedir tres copas a la vez porque "hay mucha gente pidiendo y así ya no vuelvo a la barra en un rato": o te bebes las tres a toda hostia, en cuyo caso tienes un problema grave y seguro que no queda colonia en tu casa; o una te la bebes bien, otra aguada porque el hielo se ha deshecho y la tercera se la das a un pringao de la barra, se te cae o, directamente, vas tan ciego que la pierdes). Pero a lo que iba: la gente apelotonada pa beber mierda, disfrazados con sus trajes que parece que van a jugar a papás y a mamás, el suelo embarrado, los baños a tope y con barro también (por favor, que sea barro, que sea barro, que sea barro)...todos borrachos...si lo ves desde fuera y te dicen que encima lo que se celebra es que has llegado a la mitad de una carrera...se te descojonan en la cara...al igual que debe hacerlo el señor Sella.

A todo esto hay que añadirle inolvidables escenas como el amigo que te abraza para exaltar vuestra amistad (y lo que en verdad exaltas es lo poco que duran los desodorantes), las fotos con caras desencajadas, la conversación con un profesor borracho y, mi última adquisición y una de mis favoritas: la tía que, en plena discoteca, se sube las faldas a tu lado y se pone a mear mientras te mira...todavía tengo pesadillas).

Bueno, creo que nada más, no sé cuándo volveré a escribir, así que aprovechad este poquito y, si os apetece, me ponéis algo en los comentarios.


P.D.- No puedo despedirme sin expresar desde aquí mi frustración más absoluta, he perdido la fe en la Real Academia de la Lengua, que ha dado entrada al término "almóndiga"...me parece vergonzoso...¿por qué "almóndiga" sí y "cocleta" no?...malditos prejuicios...